Cuando nos sucede algo que no nos gusta, cuando tenemos un problema, lo primero que tendemos a hacer, casi mecánicamente, es a sentirnos victimas. Si tuvimos alguna discusión o pelea con alguien, tendemos a pensar que el otro es el culpable de lo que a mí me pasa, de lo que sucedió. Y entonces pensamos que mi reacción y emoción son una consecuencia de lo que el otro hizo. Esta postura no resuelve nada, se llama reactiva.
Por el contrario, la respuesta que va a llevarme al crecimiento es la proactiva. Ser proactivo en las relaciones implica hacerme responsable de lo que está sucediendo, de mi acción o reacción y de mis emociones. Solo el hacernos responsables y no culpar a otros nos hace LIBRES y nos abre el camino al AUTO -CONOCIMIENTO. Esto significa, solamente yo soy el creador y responsable de todo lo que pasa en mi vida. Por consecuencia, yo soy también el que puede solucionar la situación. Cuando nos hacemos proactivos, estamos abriendo el espacio para reflexionar sobre nuestra responsabilidad en la situación y lo que tenemos que aprender de ella.
Arreglar la situación no significa que salga exactamente todo como yo quiero; significa que la voy a arreglar de una manera que me lleve a mi libertad. Entonces, es el momento de reflexionar, que estoy poniendo en esta relación para que esté sucediendo esto? Que tengo que aprender de esta situación en relación a lo que estoy poniendo y por ende a quien yo soy o estoy siendo? Ejemplo: pensar que alguien se abusa de ti, es un entendimiento reactivo, alguien mas es culpable de lo que pasa. La respuesta proactiva es pensar, por que yo permito que esto suceda? Que tengo que aprender de mi? Que voy a hacer para tener una relación de respeto mutuo? Nadie hace nada que yo no le permita hacer.
Las relaciones humanas se desarrollan como si fuesen un baile, cada persona da un paso y la otra acompaña el paso, aunque el baile pueda llegar a no gustarnos, nos hemos acostumbrado a la danza y no sabemos cómo bailar diferente. Del mismo modo son las relaciones, uno realiza una acción y la otra persona responde con otra acción y así nos vamos relacionando, aunque a veces pueda resultar perjudicial para ambas personas. Nadie es plenamente consciente del efecto de sus acciones en otras personas. Tomar estas sesiones de Coaching en Diseño Emocional es una oportunidad para descubrir qué es lo que realmente deseamos que suceda y qué es lo que estamos poniendo de nosotros (el paso) que hace que la relación (el baile) no nos guste.
Tip de lujo: cualquier relación puede transformarse completamente hasta lograr la satisfacción y la paz. Pero esta transformación solo puede empezar por mi cambio personal, no por el otro. El cambio solo puede ser verdadero cuando me hago responsable de mis acciones y emociones, en vez de victimizarme y culpar al otro.